Si bien es cierto, no podemos decirte cómo gestionar tu organización sin conocerla, sin embargo, te compartimos 3 pautas generales a tomar en cuenta, las cuales sirven para mejorar la Gestión del Talento Humano en cualquier tipo de empresa.
TENER UN PROPÓSITO
Independientemente de a qué se dedique tu equipo y a las características de talento que haya en él, es fundamental que cada empleado conozca la repercusión de su trabajo para proporcionarle un sentido. Existen numerosos estudios que demuestran que las personas que conocen el propósito de su trabajo son más creativas, tienen mayor concentración y están más enfocadas a resultados. Por ello es importante recordar a los empleados, cómo a través de su trabajo, están mejorando la salud de la organización y contribuyendo a mejorar la productividad del equipo que forman entre todos los empleados.
PROPORCIONAR OPORTUNIDADES
El mayor enemigo del talento es la rutina a largo plazo. La mejor manera de crear y avanzar es a través de retos. Si los empleados están motivados para desarrollar sus habilidades, querrán asumir nuevos desafíos. Si corres el riesgo de bloquearles el paso y dilatas la oportunidad en el tiempo, probablemente se irán a otra organización donde confíen más en su potencial y en sus posibilidades.
Una de las maneras de ganar el compromiso de nuestro equipo es dando oportunidades y retroalimentación continua que les permita seguir creciendo.0.
TRATO INDIVIDUALIZADO
Tendemos a querer tratar a las personas de manera homogénea. Trabajar en equipo está muy bien, pero también debemos dar a cada persona una atención particular. Somos seres sociales y las interacciones en el trabajo no deberían reducirse a meros trámites. Investigaciones confirman que las relaciones positivas son uno de los predictores más importantes del bienestar psicológico.
Para conseguir ese bienestar debemos cuidar nuestra cultura organizacional y los pilares sobre los que la construimos. La base de una cultura cálida para incrementar la producción tanto en equipo como individual, deben ser la consideración, el respeto y la escucha activa.
Demostrar interés y preocupación por cada miembro de nuestra organización solo nos traerá consecuencias positivas. El feedback en la organización es fundamental. Tanto el positivo como el negativo nos aportarán beneficios.